Yo se que él ya no me quiere...

Intenté por todos los medios, usé todas mis armas, hasta inventé nuevas. Pero no hay caso, no me quiere más, la cosa no funciona por más fuerza que le ponga.

Probé dejándole espacio, probé presionándolo. Más rápido, más despacio. Intente con ropa, sin ropa, solo ropa interior... Más temperatura, menos temperatura. Más suave, sin nada de jabón.

Lo cierto es que ya no es lo mismo, la cosa no va más, se le soltó la correa, ha perdido la intensidad. Me duele en el alma, porque desde el momento en que lo vi, me di cuenta de que iba a cambiar mi vida para siempre. Es un antes y un después de él, no puedo negarlo.

Cómo es posible que lo necesite tanto? Si al fin y al cabo sólo se remitía a cumplir sus funciones, no era más que eso. La vida ya no es nada sin él, lo extraño, lo necesito, no sirvo, me cuesta hasta encontrar las prendas necesarias para salir a la vida.

Dios! por qué se rompió mi lavarropas???