martes, julio 26, 2005

Hagamos las paces

Dicen que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones. Y lo cierto es que es tan difícil entender una conversación entre mujeres, como contener lo que uno dice cuando pasa por un momento de mucha sensibilidad. Siempre creemos que actuamos de la mejor manera para con el que está con nosotros y en realidad lo que hacemos es la famosa catarsis, nos sacamos todo en encima no importa a qué precio. Tiramos toda la mierda, sin importar a quién manche.

Personalmente, mi neurosis ultra analítica me lleva a hacerme cargo de varias cosas que por ahí no son asunto mío, pero que siento que de algún modo provoqué. Llegado el punto de quiebre de mi tolerancia, no puedo hacer otra cosa que un descargo.

Pido perdón por el daño que le pueda haber ocasionado a dos personas de mi afecto (una en crecimiento porque todavía la estoy conociendo, pero a los dos los quiero). Toda amistad va pasando por diferentes pruebas y es con ellas que se mide el grado o duración de la misma. De modo tal que, si se trata de una verdadera amistad, llegará un punto en el que logren macerar lo acontecido, retomen su vínculo (cualquiera sea, desconozco) y se rían de lo que pasó (burlándose de mí quizás, no hay ningún problema, tengo espalda ancha y de última ni me enteraré).

Las palabras de una me parecieron sabias, tu capacidad de decir las cosas tal cuál te parecen, sin miedo a nada es lo que más me conmueve de lo poco que conozco de vos. Te felicito por decirlas, por sacar todo y con el suficiente coraje como para no salir corriendo ante la estocada. Quizás cayeron justo en el momento más inoportuno, pero así es la vida.

Quiero pensar que le dolieron al otro porque algo significó para él mi pérdida y a pesar de que no eran dirigidas a él, las tomó como suyas por el hecho de estar pasando por ese momento. Ya lo dijo Galileo Galilei: la tierra gira al rededor del sol. Pero está bien, estabas en todo tu derecho de pensar que la canción hablaba de vos. Yo seguramente en tu lugar hubiera pensado lo mismo y me hubiera brotado mi vascada de manera similar. En momentos de pérdida, es fácil creer que todo el mundo te abandona. Sos un ser fuerte y pasional, es lógico que tengas esas reacciones. Lo que nos diferencia, es que yo hubiera hablado con mi amiga antes de emitir juicios. Deberías confiar más en ella y en el afecto que te tiene. Me duele profundamente que puedas pensar por un segundo que pretendí volver en tu contra a alguien que conocí por medio tuyo. Realmente, qué poco me conocés. Te agradezco que hayas borrado tu escrito en tu blog, no aportaba nada para nadie y evitás más discordias con eso. Un tip: nunca hables de una persona que está leyendo, como si no estuviera ahi. Bah, si tu objetivo era herir, entonces te salió fantástico.

A los dos, si la vida los destinó a conocerse, dudo que mi función fuera separarlos. Cada persona es un mundo y en cada mundo hay ideologías diferentes. La amistad, como las parejas, las familias y las inexistentes civilizaciones, se basan en la comprensión y el afecto más allá de las diferencias. No siempre van a pensar igual y no por eso van a quererse menos. Si cada uno pone su grano de arena, en un par de días ya ni se van a acordar de todo esto.

A ella: gracias por tus palabras en nuestra charla (la que no se leyó, no lo escrito que no tiene que ver con lo que estábamos realmente hablando). Creía que no era necesario, pero por ahí sí es mejor que saques mi nombre, como para que esto empiece a quedar atrás. Me ayudaste mucho con apenas conocerme. Toda historia tiene dos campanas, por ahí escuchás la otra y no seguís pensando lo mismo de mí. Yo te hablé desde mi corazón y quiero que sepas que todo fue verdad, nada fue para perjudicar a nadie. Te respeto mucho y por lo que te conozco hasta ahora, me parecés una de esas personas tocadas con otra varita. Mi propuesta de amistad sigue en pie, ojalá la aceptes. El tiempo dirá.

A él: como vos no me conociste a mí, creo que yo tampoco te conocí a vos. Ya te lo dije, podés hacer lo que quieras, tenés muchas cosas a tu favor. De todo se aprende en la vida, tanto de lo que hace bien como de lo que hace mal, pero hay que aprender a soltarse cuando algo ya pasó. Cuando finalmente lo hagas te vas a llevar flor de sorpresa. Sos una persona fascinante y fui tan afortunada de estar al lado tuyo, como vos de estar al lado mío. Ojalá hubiera durado más, ojalá nos hubiéramos arriesgado del todo, ojalá nos hubiéramos hecho mejor. No sé ser más de lo que soy y ni te imaginás las mutaciones que pasé para llegar a mi yo actual. Más no puedo darte. Soy muy perseverante y a veces espero lo mismo de los demás. En otro momento quizás nos reencontremos y nosotros también nos riamos de alguna forma de todo esto. El tiempo dirá.

Que sean felices, que vivan en paz. Yo por mi parte no veo otro modo de resarcir el daño que pueda haber causado. Mis palabras seguramente no son las mejores o las más acertadas, pero ante semejantes quilombos, es lo único que tengo.

A todos los demás que leyeron esto y no entienden nada, seguí el concejo de un amigo, porque realmente no sabía a qué nivel hablar de esta situación y por eso todo esto se lee acá en mi blog.

0 Divagues ulteriores:

Publicar un comentario

<< Home