martes, julio 26, 2005

Reflexiones de un martes a la siesta

Ya se que es raro. No fumo, no tomo, no me gusta el café. Si no fuera porque tomo coca cola, más de uno pensaría que soy mormona. Es más, ahora que lo digo, se me vienen a la mente varias veces en que me lo preguntaron.

Y entonces me pongo a pensar (si, de vez en cuando me toca) en las otras veces que me dijeron: "pero cómo? y cómo te divertís? No estás viviendo la vida a pleno". Y claro, cada tanto alguna duda aparece, me pregunto a mí misma: "tenés miedo de ciertas cosas? Ya no te animás a lanzarte plenamente a algo?"

Por ahi se me viene a la mente una imagen mía de cuando sea viejita. Una abuelita minúscula y adorable (porque adorable ya soy, para qué vamos a mentirnos) y me imagino a todos esos que me hicieron ese planteo, algunos medio en pedo y otros con el pucho en la mano, todos indefectiblemente destruidos, diciéndome: "no está arrepentida abuela? No le parece que no vivió todo lo que podría haber vivido?"

Y yo me veo dando siempre, en todas las situaciones y terrenos posibles, la misma sabia y aprendida respuesta: MINGA! Por sana llegué a vieja, TOMÁ!

Nani en el geriátrico
periodista:-"En serio abuela nani, ni un sex on the beach?"


pd: ya se que no es el mejor de mis desempeños humorísticos, pero por ciertas razones, hoy me siento una super valerina de aquellas. Una vez más, me usaron de trapo de piso.

0 Divagues ulteriores:

Publicar un comentario

<< Home