martes, agosto 30, 2005

El Gurú del supermercado

Todos hemos concurrido una y mil veces a este establecimiento, esa tierra de nadie, cuna de Satanás donde él hace de nuestro deseo de compra lo que se le antoja. Ese antro iluminado con luces blancas, lleno de paredes de productos y amas de casa corriendo desaforadas por el detergente más rendidor.

¿La supervivencia? ¡Un reto! ¿Hacerlo con estilo? Una utopía... salvo que conozcas a mi papá, el Gurú de los supermercados!

Años de estudio y dedicación a la ardua tarea de catalogar estos microclimas de consumo han convertido a mi señor padre en un experto en el tema. Claro que en este proceso mi madre y yo sufrimos las consecuencias más de una vez. Porque convengamos: hombre suelto en supermercado equivale a mono con navaja. Una sabe que siempre, inevitablemente y por más control que haya llevado del asunto, al momento de llegar a la caja aparecerán mágicamente productos (tales como salamines, fernet, wisky - este último se lo compra a la borracha de mi madre y ella no dice nada -, todo tipo de artilugios para "la picada", delantales que piensan vestir el día que hagan pastas - día que nunca llegará-, etc, etc, et cé te ra) que una NO colocó en el chango. Sumémosle a esto una adicción de compra incontenible hacia ciertos productos a decir: papel higiénico, servilletas, jugo tipo Baggio (se acaba el mundo si el Don no tiene su jugo pomelo-naranja-toronja-papaya tropical-frutilla-no se qué sorcho más para el desayuno) u hojitas de afeitar, entre otros. Sumémosle a todo esto la actitud pasivo-dependiente de quedarse en el pasillo central con el chango mientras mi madre emprende expediciones góndola por góndola, durante las cuales él analiza todo su entorno cual puma ávido de presa, fijando en su mente precios de ofertas, variedad de productos, distribución, cantidad de productos por segundo que las cajeras meten en la bolsa, actitud de los clientes para con la fila cajerística en cuestión, entre otros (ojo, así y todo se pega las escapadas para comprar las cosas mencionadas anteriormente, es una luz!)

Así, dependiendo del aspecto fundamental de cada compra, mi padre sabrá recomendarle el lugar al que debe concurrir. Porque no es lo mismo hacer las compras para un asado con amigos, para un cumpleaños o un campamento, que la compra cotidiana de algún artefacto que se escapó en la lista semanal o la compra dominguera que debe durar toda la semana ("Dios quiera" dice uno siempre cuando ve la cuenta y el jueves ya está en el super otra vez - con mucha pero mucha suerte y viento del norte, sino es el martes -)

De modo tal que él sabrá aconsejar aproximadamente lo siguiente:

Asado con amigos: Carrefour
Campamento: Wallmart
Cumpleaños: Carrefour
Compra dominguera: Libertad
Compra cotidiana o de raje: el viejo y querido Super Vea (que yo lo odio, ya contaré en otra ocasión, no le quitemos estrellato al Richard)
Compra medianamente grande que requiera de rapidez: Libertad

Así nos apropicuaremos al auto (por lo general mis señores padres y la que les escribe, salvo que se trate de asado de amigos o campamento, en dicho caso va con su "pareja", su amigo Oscarcito) y nos dirigimos al establecimiento indicado para la ocasión.

Allí el procedimiento es el anteriormente indicado. Mi padre va por el pasillo central estacionando cada 2 góndolas, mi madre busca las cosas, mi padre entra en trance tipo nirvana interrumpido para buscar unas papa fritas (siempre lays o pringles, no agarra cualquier cosa el vasco, es vivo :P) y demás cuestiones, nos dirigimos a la caja, paga la cuenta y al subirnos al auto mi madre y yo nos miramos centésimas de segundo antes de que mi progenitor arroje alguna de las siguientes frases, a decir:

* No hay caso: este es el más completo (Carrefour)
* No hay caso: este tiene los mejores precios, siempre gastamos X$ menos (Wallmart)
* No hay caso: este es en el que más rápido hacemos siempre (Libertad)
* Es chiquitito, no? pero se la aguanta (Super vea)

Señoras, señores, señoritas, niños de pantalones cortos, padres y alucnos: hoy les he revelado parte de mi herencia, lo que mi padre me ha entregado luego de años de estudio y dedicación. Utilícenlo sabiamente y recuerden: grandes poderes acarrean grandes responsabilidades.

pd: ahora que estás lejos, ir al super no tiene gracia, pá!

5 Divagues ulteriores:

At 8/30/2005 04:28:00 p. m., Blogger Sam opinó...

jajaja!! nani te pasaste! puedo ir al super con el vasco?? me dejas? me dejas? jaja!!

 
At 8/30/2005 05:10:00 p. m., Anonymous Anónimo opinó...

me pongo de pie... por la hija... por la forma en que escribe... por que es tal cual como escucharla con gesticulacion incluida...

pero me pongo MAS de pie por el Richardsson... es un idolo... y quien lo viera no pensaria todo lo que esta escrito fuera cierto...

soy otro de los que se anota en la listita de recorrida por el super...
eso si, yo creo que a la hora de subir al auto luego de la compra, creo que me iria cagando de risa a la espera del consabido comentario.

besos
adrian el condor

 
At 8/30/2005 06:46:00 p. m., Blogger pulga atómica opinó...

Sami: te lo empresto, pero primero le dije que se lo prestaba a mar, así que se lo reparten!

Adris: jaja sabés cómo nos tenemos que aguantar la carcajada cuando emite el juicio correspondiente al super al que fuimos. Pero la cosa es que es cierto!! :D

 
At 8/31/2005 02:03:00 a. m., Blogger Galateia opinó...

te dije q iba a ser todo un éxito. Es verdad, nani te lo escribe tal cualo lo cuenta y no sé qué cosa me hace reir más :D

 
At 8/31/2005 11:58:00 a. m., Blogger pulga atómica opinó...

gracias, gracias, me debo a mi público xD ajajajajaa

besinis, gabu! :D

 

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