Manías tontas y maniáticas

Todos las tenemos, todos las disfrutamos... todos las escondemos. Esas manías que nos avergüenzan pero nos dan tremendo placer. Esos pequeños gustos que pueden cambiarnos el día en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando era chica, por le general comía la sopa con el queso y dulce. No por loca, sino que comía despacito y mi abuelo decía "corto el postre una sóla vez!" Y yo, gordita, no me quería perder mi porción de membrillo diaria, así que reclamaba mi ración y la terminaba comiendo mezclandola con la sopa (que lo admito, nunca me gustó, vamos mafalda todavía!). Con el pasar de los años fui creciendo, nos mudamos, el ritual del Nono quedó suspendido, pero me quedó la manía: me gusta comer mezclado. Me regocijo en ingerir un caramelo e inmedietamente después una papa frita, por ejemplo. Sí! Es una chanchada, y qué? Es la chanchada que me hace bien.

Como esta tengo unas cuantas... comerme las uñas me relaja de manera importante. En épocas en las que intenté no hacerlo, me las comía mientras dormía. Sí! Porque soy sonámbula y una sonámbula revelde y me la aguanto :P Este hábito es bastante común en la familia de mi papá, por eso nunca me sentí demasiado mal al respecto. Además tengo límites, no me lastimo las manos. Sin embargo, hace ya unos años alguien a quien NECESITABA caerle bien siempre me sacaba las manos de la boca y me decía: "mariana! (vieron, mariana es para cuando me mando un moco) dejá de comerte las uñas!" CUAC

El asuntillo de los sabores se ve que viene de familia. Mi hermano menor cuando era chico tenía una manía particular: al té le ponía 2 cucharitas de azucar "sin revolver". Según su teoría una era poco, tres era mucho: 2 sin revolver era el punto exacto.

Actualmente come sin sal, todo sin sal, nada con sal, etc etc. Hace un tiempo hice unos bifes, cero desempeño gourmet en ese almuerzo y sin embargo en un momento me dice: "que ricos estos bifes, qué tienen?". De más está decir que no pude aguantar la sonrisa triunfal al decir: "sal"