Ausencias

Ya me había acostumbrado a la falta de su voz, a la ausencia de su luz, a su presencia muchas veces sutil e inesperada. Ya hace un par de meses que la cosa se rompió, que no nos miramos a la cara, que no veo mis ojos reflejados en él.

En tardes como estas, en las que la falta de actividad lleva a la melancolía, no puedo dejar de extrañarle.

Pareciera que con su forma de ser deberíamos tener mil temas que compartir. Al menos al principio era así, juntos hasta altas horas de la noche. Él con insomnio, esperando "apagarse" hasta el día siguiente para descansar, yo cautivada por su luminosidad misteriosa. Es cierto, el humo me molestaba, pero todo lo demás valía más, mucho más.

Los dos sabíamos que no iba a durar mucho, desde aquella tarde en que hubo ese cortocircuito. Pero no me animé a decir nada, por miedo a que mis temores se hicieran realidad. Y su amigo que me mostraba lucecitas de colores, haciéndome creer que todavía habías esperanzas...

Al final no hubo caso: el televisor no prendió más.

pd: control remoto, artefacto engañoso, todo mal con vos :P