martes, julio 19, 2005

Sobre gustos no hay nada escrito

Así es: sobre gustos no hay nada escrito. Y en este día en el que debería gustarme ser mujer a pesar de estar sufriendo la mutilación mensual que conlleva mi género femenino, me voy a dar el gusto de escribir usando el verbo "gustar" en cada oración.

Porque sí, porque me gusta. Porque estoy completamente loca y todos lo saben y también les gusta. Mis hermanos lo saben muy bien, ellos me observan: saben que me gusta sentarme al sol después de comer. Y teniendo una madre hippie que le gusta hablarle a las plantas, era de esperar. Y en esos momentos también me gusta mirar las nubes como Amelié e inventar figuras e historias de hidrógeno y otros gases revoloteando por nuestro cielo. Lo que no me gusta es que en plena catarsis solar a alguien se le ocurra ponerse a martillar o cerruchar o interrumpir de cualquier forma mi ritual. De hecho, lo único que no me gusta de los días de lluvia es que no puedo sentarme al sol después del almuerzo.

Y hablando de rituales de mi gusto, no hay para mí nada más placentero que entrar en la cama. Ese momento es el más glorioso del día, cómo me gusta! La sensación de las sábanas frías y del cuerpo que se entrega al colchón: no hay nada que me guste más. Y ni hablar de lo gustosa que resulta la compañía...

Me gusta reirme, me gusta cantar, me gusta ronronear, me gusta rascar y hacer cosquillas. Me gusta que me quieran, pero más que me extrañen, porque si me extrañan me siguen quieriendo aunque no esté ahi. Me gusta burger, pero Mc Donall's me encanta (cuac). Me gusta la moto, me gustas tú. Me gusta la montaña, me gustas tú. Y que bueno que me gustes, porque a mí nunca me gusta nadie.

En fin, me despido, ha sido un gusto.


(imagen que tiró el google ante la búsqueda de "gusta")

1 Divagues ulteriores:

At 7/22/2005 12:57:00 p. m., Blogger pulga atómica opinó...

No me gusta que me traten como trapo viejo... y que me den las migas que sobran y que me busquen para después dejarme. No me gustan los cobardes, los que no hablan de frente, los que usan tácticas de lo más extrañas para evitar enfrentar la realidad.
No me gusta que me lastimen gratis, ni me gusta hacerlo, por eso no lo hago. A más de uno le vendría bien seguir el mismo principio.

 

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