Como dice mi abuela: acá el que no corre, vuela!

Siguiendo el post de sami, mi conclubina, (inventate una palabra cuando te sobre el tiempo, nani) de las relaciones del ayer y el hoy, se me vinieron a la mente unos cuantos aspectos al respecto.

Y acá se hace presente mi abuela Chica, por supuesto, esa que me heredó la estatura y las migrañas (nunca la capacidad poética, chicha, eh?) Mi abuela siempre cuenta que cuando mi abuelo Chicho(sí: Chicho, el mundo es así, tenían el mismo apodo y nombres para nada parecidos) se enteró de que llegaba una maestra nueva al pueblo dijo: "va a ser mi novia". Y los amigos le decían "Chicho, dejá de hablar macanas (apunten el término antiguo), si ni la conocés". Y él contestaba: "No importa, yo ya lo sé, lo siento, va a ser mi novia"

Vasco cabeza dura como era (eso fue lo que heredé de él, junto con los kilos de más), le pidió ayuda a su hermana Raquel (mi entrañable tía Raquel) para comenzar con el cortejo o "arrastrada de ala". Las chaperonas no faltaron: por el lado de él mi tía Raquel y por el lado de ella mi tía Chinita (otra grande de la historia de la familia).

Cuenta la leyenda que mi bisabuelo era un señor de pocas pulgas (migrañoso él también, figúrense) y nunca dejaba que estuvieran solos. El día que mis abuelos se casaron por civil, mi bisabuelo finalmente le dijo a la Chicha: "Acompañá a tu marido a la puerta". Esos 5 minutos (porque no podía ser más que 5 minutos) fueron los primeros que pasaron en su vida solos. Para entonces ya llevaban un par de años de noviazgo.

Con esta bonita anécdota quiero ilustrar mi pensamiento. Sí, tenía sus cosas positivas: la famosa "pasadita" era una inquietud cotidiana, esperar a que llegara la hora en la que capaz que aparecía por unos segundos, el momento más deleitante del día y que alimentaba todas las fantasías hasta el día siguiente a la misma hora y por el mismo canal. El muchacho en cuestión tenía que dar la cara, plantarse delante del potencial suegro y decir: "sí, su hija me gusta y me la aguanto, porque es linda y es buena y la quiero querer". Las chapadas eran mundiales, el primer paso a lo desconocido y con el aliciente de que no te tenían que ver, la complicidad que se generaba era demasiado tierna ¡Dios bendiga al inventor del zaguán! El pedido de mano, esa tortura era la venganza anticipada por todos los mocos que se pudiera mandar posteriormente el caballero en cuestión, creo que en ningún otro momento sufrirían de esa manera... El casamiento, la experiencia de aprender juntos, de descubrir misterios.

Como bien dijiste, Sami, mi papá nació exactamente 9 meses después de que mis abuelos se casaron, a lo que mi bisabuela acotó: "se ha salvado el honor de la familia". Ni un día antes ni un día después, siempre puntual mi padre.

Ahora, como ya te dije ayer, amiga: yo de haber nacido antes, tendría que haber sido 2 o 3 años después del invento del inodoro. A mí la letrina no me va. La heladera en la parte alta de los árboles para que el jamón esté fresco tampoco. Ni hablemos de los chiripá y la falta de forros o cualquier otro aditamento de control natal.

Pero sabés qué? Antes le ponían el pecho a las balas. Porque antes la promesa valía, y si era "para toda la vida", por lo menos se intentaba enserio que así fuera. Ahora la primera vez que se te quema la cacerola la cosa ya no va más y huyamos por la derecha. Esto no me sirve, ya no sos el de antes, me voy con mi mamá.

Y el feminismo, ni hablemos, esas son ideas que les metieron hombres muy inteligentes a mujeres borrachas. Al final no hay cambio de roles, hay agregado de más responsabilidades. Aunque es cierto, ahora el padre le cambia los pañales al hijo, se levanta a la noche si el niño llora, los lleva de paseo el finde, los quiere y se los dice mucho más de lo que lo decían los padres de antes. Descartemos este punto, en este salimos ganando (hay que admitir las victorias también: pare de sufrir!)

En fin, el mundo avanza y cada vez se complica más, Las cosas cada vez tienen más matices y existen tantos diales que sintonizar con alguien es demasiado complicado. Las intenciones nunca están del todo claras y los órdenes en que se suceden los acontecimientos casi nunca son los que quisiéramos.

Pero bueno, nena, qué te puedo decir? Calavera no chilla jaja

pd: la foto de de la familia de mi abuelo marterno, él es el nene. Y mi mamá es igual a mi bisabuela, sabelo! :P