Más barato regalado

Los pequeños gestos son los que mueven al mundo. No siempre hace falta de grandes epopeyas para hacer a alguien feliz.

Anoche falleció la mamá de una amiga de mi mamá, después de una enfermedad relativamente corta pero bastante dolorosa. Todo empezó cerca del verano, cuando por casualidad descubrieron lo que tenía, ya en un estado terminal y decidieron no decirle el verdadero diagnóstico para que no perdiera la voluntad de vivir.

Hoy mi mamá llamó a Rosario para hablar con su amiga. Cuando estaban por cortar ella le dijo "gracias por lo que hiciste". Hace casi un mes mi mamá me pidió que consiguiera el teléfono en Rosario para llamarlas y preguntar cómo estaban. Ayer la amiga de mi mamá le contó que a toda persona que llamaba para preguntarle cómo estaba, su viejita contestaba "bien, con ñañas, pero podés creer que hasta desde méxico me han llamado?"

Así, con un tonto llamado telefónico, mi mamá contribuyó a que pasara sus últimos días un poco mejor, con la satisfacción de sentirse importante.

Por eso, cuando vayas caminando por la calle, cuando te encuentres con cualquiera de tus amigos, cuando tengas el amuerzo dominguero a la mesa de ancestros de la familia, cuando entres a la cocina de tu casa y tu mamá esté preparándote la cena... cuando sea, pensálo 2 segundos y tené un gesto mínimo para vos pero incalculable para el otro. Si contal no te cuesta nada.